"Hace tres años ni nos podíamos imaginar que España iba a pasar
por esto", le dice a BBC Mundo Isabel Martín, de 67 años, sentada en el comedor
de la casa que apenas una hora antes le estuvieron a punto de embargar a su
hija, su yerno y sus dos nietos adolescentes.
Ella
y su marido, Luis Nieto, de la misma edad, tienen vivienda propia, libre de
deudas, y pueden afrontar los gastos cotidianos gracias a la pensión de 1.600
euros mensuales (unos US$2.000) que él recibe como jubilado por 32 años de
trabajo en la Audiencia Nacional y en otros dos sitios.
Una
pensión aventajada en comparación con el promedio español total de 804,96 euros
al mes (US$976), pero también su único ingreso, porque ella no recibe
prestaciones.
"Si
mi mujer cobrara otra pensión, a esta situación no se hubiera llegado", lamenta
Nieto. Habla del impago de la deuda hipotecaria de su hija María Luisa Nieto
(40) y su yerno José Antonio González (43) –con dos hijos varones de 11 y 16
años–, los propietarios de esa casa en trámites de desalojo.
Uno
de los 1,7 millones de hogares españoles con todos sus miembros desempleados,
según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La
jubilación de los abuelos de esta familia ha sido muy útil para cubrir sus
necesidades básicas, sobre todo la comida de los nietos, además de las pocas
ventas de piezas de artesanía propias de María Luisa Nieto en mercadillos y
ferias.
De
ocurrir el desalojo –suspendido por un mes–, Isabel Martín se los llevará a casa
con ellos, ahora que uno de sus otros tres hijos acaba de quedarse también sin
empleo.
Dependencia
Propietarios pero desempleados
24,63% de la población activa (más de 5,6 millones de personas)
está desempleada, más del doble que 2008
84% de familias españolas tienen vivienda propia
Fuente: INE
Más
de 422 mil hogares españoles –cerca del 3% de los 17 millones del total–
dependen de los pensionados, según el Consejo Económico y Social, órgano
consultivo del Gobierno. Las cifras, del primer trimestre de 2012, crecieron
21,7% con relación al mismo periodo de 2011.
Isabel
Martín conoce al menos cuatro casos parecidos: su sobrina en Barcelona, que con
su marido sacó a su suegro de la residencia para completar ingresos con su
jubilación, y tres vecinos de su condominio en Madrid, algunos de los cuales
viven de la pensión por viudez de una mujer, de solo 500 euros al mes
(US$608).
"Esto
no lo había visto nunca", reitera.
En
ese nunca abarca los años de las cartillas de racionamiento de la
postguerra de su infancia y las crisis económicas de las décadas de los años 80
y 90.
"Había
trabajo, y si tenías trabajo, aunque no ganabas mucho, salías adelante haciendo
muchas horas; ayudabas a los padres y te ayudabas ti. Ahora los mayores tenemos
que ayudar a los hijos con las pensiones".
De todo a nada
Tres
años atrás, apenas, con la crisis incipiente, la siguiente generación, los
González Nieto, pagaban de dos en dos las cuotas de su deuda hipotecaria, 3.000
euros juntos en un mes (casi US$ 3800).
Podían
vacacionar cada año en el norte del país, comprar muebles y hacer gastos
secundarios sin escatimar. Sobraban el trabajo y los ingresos regulares, aunque
sin la protección de un contrato indefinido: ella era agente de seguros
autónoma; él había montado su propia compañía de jardinería y se bastaba con los
encargos de Guadalix de la Sierra, donde viven, un municipio acomodado de unos
6.000 habitantes, a 50 kilómetros de Madrid.
El
matrimonio compró esta vivienda en 2006, por poco más de 300.000 euros
(alrededor de US$380.000), tras la venta del apartamento de recién casados y de
otra casa pequeña de la sierra. Les quedaba el resto de la hipoteca.
Embargos
En 2011
Bancos nacionales efectuaron 159 desahucios por día
58.241 expedientes de desalojo fueron procesados por los juzgados,
22% más que en 2010
Entre 2008 y 2011
150.000 familias perdieron sus casas en embargos
Fuentes: INE y Consejo General del Poder
Judicial
Hasta
que se vino todo abajo en 2010.
"Mi
oficina está prácticamente cerrada porque no hay volumen de trabajo", cuenta con
lágrimas María Luisa Nieto, sentada con su madre en el comedor.
"El
trabajo de José Antonio comenzó a caer. Ahora muchas fincas (condominios) no
pueden ni contratar el mantenimiento de piscinas ni el jardinero. Hemos ido cada
vez a menos, a nada", señala, en conversación con BBC Mundo.
El
matrimonio le pidió al banco el pago fraccionado de las cuotas, pero recibió un
no por respuesta. Tomaron entonces la determinación de seguir honrando los 1.500
euros (US$1.860) mensuales, "sabiendo que después no íbamos a poder pagar". No
pudieron: tres mensualidades acumuladas y les llegó la notificación de
desahucio.
"Entre
el banco y dar de comer a mis hijos, pues no hay lugar a dudas".
Aunque
como trabajadores autónomos pagaron impuestos y sus cotizaciones a la Seguridad
Social, no reciben ayuda alguna del Estado.
Son
parte de ese 34,9% de españoles desempleados sin ninguna prestación, según
cifras oficiales.
Solicitaron
un abogado de oficio y ayudas económicas a las instituciones públicas, pero se
las han negado o no les han respondido, agrega ella. Sólo la alcaldía de
Guadalix les ofreció dinero en caso de que lo necesitaran para un alquiler. El
embargo es todavía una amenaza.
Como una piña
"En
España la familia siempre ha actuado como una especie de estado de bienestar,
que en este país es bastante reciente, que se ha desarrollado apenas desde la
mitad de los años 90, sobre todo desde el 2000. Antes era pequeño en comparación
con otros países de Europa central", le explica a BBC Mundo Andrés Rodríguez
Pose, investigador de la rama de Ciencias Sociales del Instituto Madrileño de
Estudios Avanzados (IMDEA) y profesor de la London School of
Economics.
Para
Narciso Michavila, presidente de GAD3, una consultora de investigación
sociológica, la familia amortigua la crisis y ayuda a redistribuir los ingresos,
y por eso cree que la conmoción será menor.
"Ahora
hay más pensionistas con mayor pensión, con pensiones revalorizadas un 50%
(teniendo en cuenta el IPC)". Por eso y porque ve un cambio de comportamiento en
los hogares, anticipa "un repliegue hacia lo doméstico".
Los
padres de María Luisa recuerdan esa la solidaridad familiar y de amigos en los
años precarios de su niñez. Y, sobre todo en el campo, la gente comía con lo que
sembraba en los huertos y con lo que producían sus animales. "Y entre todos
repartíamos, como una piña".
"Donde
no llega el Estado, llega la solidaridad", agrega Javier Polavieja, investigador
experto en sociología económica también del IMDEA.
Estudio de la Cruz Roja de Cataluña
22,1% de abuelos encuestados han tenido que ayudar a la
familia.
60% de ellos con dinero
14% con comida o productos básicos
12% acogiendo a un pariente en casa.
Fecha del estudio: julio de
2012
El
acompañamiento de vecinos y amigos ha sido, para esta pareja, una familia
extendida. Esa mañana un centenar de personas, entre vecinos y voluntarios de la
Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), protestaron en el portal de la
casa, y eso ayudó a suspender el desahucio.
Desde
su creación en 2011, la sucursal de esta ONG en Madrid ha logrado detener 97
desalojos con manifestaciones similares, afirman sus voceros.
Michavila
dice que esta forma de reaccionar está en la cultura mediterránea "no
calvinista", católica. "Para mal y para bien, el calvinismo produce más
desarrollo pero muchísima menos solidaridad".
Estima
que la generación de los españoles más jóvenes "va a salir como una generación
de la postguerra", en términos de conocer las carencias. "Ellos tienen ya la
palabra crisis muy asumida".
Para
los miembros de la familia González Nieto, las salidas a la crisis pasarían por
la emigración, una soluciónal estilo de Islandia, la devolución de todo el
dinero perdido en las entidades financieras y la inyección de recursos a las
pequeñas empresas. De lo contrario, no ven un desenlace cercano.
Tampoco
lo ven varios de los expertos consultados por BBC Mundo, como Polavieja, para
quien la solución no está clara hasta que haya una integración política y
bancaria en Europa.
Narciso
Michavila es optimista: "Hasta el año 93, España tuvo tasas de paro similares a
las de ahora. Hemos vivido muy bien sólo 15 años. Ahora, aunque hay mucha gente
pasándolo peor que hace cinco años y la situación es mala para los parados,
estamos mejor que hace 20, porque la mujer se incorporó al mercado
laboral".
Michavila
además confía en la respuesta ciudadana como vía de escape. "Las familias
empezaron a hacer los recortes en 2008. La salida viene por el comportamiento de
los ciudadanos, que están demostrando siempre ser más responsables que los
líderes. Esto es un problema de financiación, pero si dependiera sólo de las
familias españolas esto se arreglaba rápido".