viernes, 4 de mayo de 2012

Aires de crisis alcanzan al comercio mundial


Mario Esquivel*

La Habana (PL) El intercambio global de bienes y servicios se enfrenta en el 2012 con pronósticos que apuntan a un significativo retroceso en el ritmo de crecimiento, en un entorno marcado por la crisis de la deuda soberana en Europa.

Los datos más recientes de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sitúan en el 3,7 por ciento el avance de la actividad en el actual ejercicio, inferior al cinco por ciento del 2010.

Asimismo, en una señal inequívoca de desaceleración, el estimado está en desventaja respecto al incremento promedio del 5,4 por ciento logrado en las últimas dos décadas.

No obstante, las cifras podrían disminuir aun más si se produce una contracción económica más pronunciada que la prevista en Europa u ocurre un significativo encarecimiento del petróleo, entre otros factores de riesgo a corto plazo.

La institución señaló que en el 2011 el comercio mundial experimentó un repunte del cinco por ciento, cifra que representa un significativo retroceso respecto al 2010 (13,8 por ciento).

El director general de la OMC, Pascal Lamy, advirtió que la economía del orbe se sigue caracterizando por su fragilidad y la nueva desaceleración prevista para 2012 es una señal de que persiste el riesgo.

El organismo atribuyó esa tendencia a varios factores, entre ellos, la crisis de la deuda soberana en la Eurozona, el tsunami y terremoto en Japón y las inundaciones que afectaron a Tailandia, fundamentalmente.

A manera de ejemplo, el bloque comunitario ingresará este año en una etapa de recesión, con un retroceso del 0,3 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB).

Los estimados de la Comisión Europea indican que los números rojos se prevén en el primer trimestre del actual ejercicio, seguidos de cero crecimiento en el periodo abril-junio.

Con ello, la Comisión revisó a la baja los pronósticos de expansión del 2012, con cifras anuales negativas para nueve países, entre ellos Grecia, Portugal, Bélgica, España, Italia, Chipre, Holanda, Eslovenia y Hungría.

Además, una contracción económica más pronunciada que la prevista o el efecto de contagio de la crisis de la deuda soberana de la Eurozona a otras regiones del mundo aportarían consecuencias aun más negativas para el comercio mundial.

La Eurozona representa el 40 por ciento del intercambio global de bienes y servicios, de ahí la importancia que tiene esa región en el comportamiento de la actividad en el orbe.

Mientras, el movimiento telúrico en Japón y las inundaciones en Tailandia afectaron la capacidad productiva de las empresas niponas, con el consiguiente efecto negativo sobre la actividad exportadora.

Respecto a América Latina, la entidad resaltó que las exportaciones mostraron el pasado año un crecimiento interanual del 27 por ciento, en tanto las importaciones avanzaron el 24 por ciento.

Empero, la región se enfrenta este año a la posibilidad de una ralentización en el ritmo de expansión bajo un escenario externo desfavorable.

Incertidumbre, volatilidad y desaceleración son los términos que caracterizan los pronósticos para el actual ejercicio, en el que los estimados apuntan a un incremento del 3,7 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) frente al 4,3 por ciento del 2011.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advirtió que el desarrollo económico de la región no es inmune al entorno de incertidumbre que impera a escala mundial, más aún ante el creciente fenómeno de la globalización.

En cuanto a otras regiones, la OMC señaló que las exportaciones de la India se incrementaron en el 16,1 por ciento, seguidas de las de China con el 9,3 por ciento, en contraste con una contracción del 8,3 por ciento en el volumen de las ventas externas de África.

Respecto a ese último dato, los analistas mencionaron en especial los efectos del conflicto bélico en Libia, el cual provocó una reducción de hasta el 75 por ciento en las exportaciones petroleras de ese país.

El valor en dólares del comercio mundial llegó en el 2011 a 18,2 billones de dólares, con un crecimiento del 19 por ciento para superar así los 16,1 billones de dólares que se lograron como record en el 2008.

Como componente esencial de la actividad está el sector de los servicios, con exportaciones por 4,2 billones de dólares y un avance interanual del 11 por ciento.

Para el actual ejercicio, los vaticinios consideran un crecimiento de apenas el dos por ciento en las exportaciones para las economías desarrolladas, en tanto los países en desarrollo se beneficiarán con un repunte del 5,6 por ciento.

Bajo esa coyuntura, directivos y expertos de la OMC admitieron que la situación esta marcada por la fragilidad, en la que el peso de los factores económicos y geopolíticos podría decidir la orientación futura del intercambio global de bienes y servicios.

* Jefe de la Redacción de Economía de Prensa Latina.

em/mem 

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