miércoles, 9 de mayo de 2012

.¿Tiene mala prensa Argentina?


Vladimir Hernández

¿Demasiadas críticas a la gestión de Fernández?

Una reciente entrada del blog del premio Nobel de Economía estadounidense Paul Krugman entró en el torbellino político argentino, y específicamente en la batalla por la opinión pública entre el gobierno y sus opositores.

Krugman -en The New York Times- señaló que "los artículos de prensa sobre Argentina tienen casi siempre un tono negativo: se dice que son irresponsables, que renacionalizan industrias, que son populistas, así que pareciera que les va muy mal; no importa que pasen cosas como esta (y muestra a continuación un gráfico que muestra como Argentina supera en crecimiento de su producto interno bruto a Brasil en la última década)". 

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"¿Por qué siempre se hacen referencias a Brasil como una 'impresionante economía BRIC' y se menosprecia a Argentina? Bueno, sabemos porqué, pero es algo que no habla bien del periodismo económico", apunta.

En un contexto de constante enfrentamiento con algunos medios privados (en particular el grupo de multimedios Clarín), el gobierno argentino no desaprovechó este espaldarazo.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien muestra un ávido interés por lo que se dice en los medios, citó a Krugman para decir - o más bien reiterar- que "pareciera como si hubiera una intención en algunos medios de dañar la imagen no de la Presidenta ni del gobierno, sino de los 40 millones de argentinos...".

¿Pero, realmente tiene una mala prensa Argentina?

Punto por puntoPara Martín Redrado, expresidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y actual árbitro de la Organización Mundial de Comercio (OMC), quien es un crítico del gobierno actual, no se trata "de buena o mala prensa".

"Argentina ha hecho cosas fuera de las prácticas habituales en todo el mundo", señaló.

Según enumeró para BBC Mundo los ejemplos de políticas del actual gobierno argentino que podrían haber incentivado un tono crítico en los medios internacionales son:

La estatización de los fondos de pensiones privados en 2008, cuyo ideólogo fue el actual vicepresidente Amado Boudou. "Esta fue la primera sorpresa que tuvimos", señaló Redrado.
La reforma en la legislación del Banco Central de la República Argentina para permitir que el ente emisor pague la deuda extranjera y nacional con las reservas internacionales. Redrado de hecho renunció al banco por oponerse a esta reforma, que tildó de "inflacionaria". "Se usa el Banco Central como un instrumento para fomentar el consumo interno, y eso no lo hace nadie".

La introducción en octubre de un régimen de controles para la adquisición de divisas en el país. Desde entonces el organismo de recaudación tributaria primero debe certificar que la persona tiene ingresos suficientes para permitirle la compra. Aunque el gobierno alegó que buscaba frenar la fuga de capitales con la norma.

La expropiación de YPF a la española Repsol, como parte de lo que las autoridades llamaron una nueva política energética en procura del autoabastecimiento y la reducción de las importaciones que ascendieron a casi US$10.000 millones en 2011. "La expropiación o confiscación que se hizo de YPF también es un hecho puntual y no de mala prensa. Pudo haber habido algún gesto de buena fe", agregó Redrado.

"Hay unos hechos objetivos y puntuales que básicamente generan incertidumbre de lo que pueda venir", apuntó.

Ortodoxia versus heterodoxiaKrugman compara en su artículo el crecimiento de Argentina y Brasil y sugiere que hay cierta inequidad en el trato que le da la prensa especializada a las políticas económicas de ambos países.

Además deja la hipótesis de que Argentina es castigada por su reciente política económica heterodoxa, que rompe los modelos de la escuela ortodoxa liberal de la economía.

Como por ejemplo haber dejado de pagar la deuda externa y de reestructurarla tomando como prioridad las cuentas del país y no el pago religioso a los acreedores internacionales en la última década. Así como también el romper con la doctrina del Fondo Monetario Internacional.

"A Krugman le asiste enteramente la razón cuando critica los prejuicios de la prensa económica en relación al caso argentino, prejuicios que obedecen a su papel como ‘perro guardián’ de los intereses de los grandes oligopolios capitalistas y del sistema imperialista"

Atilio Borón, columnista pro-kirchnerista

"A Krugman le asiste enteramente la razón cuando critica los prejuicios de la prensa económica en relación al caso argentino, prejuicios que obedecen a su papel como 'perro guardián' de los intereses de los grandes oligopolios capitalistas y del sistema imperialista", dice el columnista Atilio Borón, un analista de postura favorable al gobierno actual argentino.

Sin embargo, Redrado desecha que la teoría de Krugman, de que Argentina es castigada en la prensa mundial por haber ido contra la teoría básica económica.

"Brasil también ha sido heterodoxo en su política económica, como por ejemplo con la apreciación constante de su tipo de cambio", dice.

"Pero Brasil no tiene una inflación como la argentina", agrega el ex presidente del BCRA y actual árbitro de la OMC.

Las cifras oficiales indican que el costo de la vida en Argentina es menor a 10% anual, pero la credibilidad del organismo que calcula la inflación - el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC)- ha sido cuestionada por partidario del gobierno como de la oposición.

De acuerdo a estimaciones privadas el índice superaría el 20% anual, lo que deja a Argentina sólo detrás de Venezuela como el segundo país con mayor inflación en América Latina.

De hecho, la revista especializada británica The Economist, anunció a principios de año que dejaría de publicar las cifras oficiales argentinas en este indicador ya que no las considera confiables. 

Argentina ha tenido uno de los mayores crecimientos económicos en la región en los últimos 3 años, alrededor de 9% del PIB, pero algunos economistas han cuestionado si dicha cifra es tan alta ya que utiliza los datos de la cuestionada inflación.

De acuerdo a Juan Carlos Hidalgo, del Cato Institute, en Estados Unidos (un centro de pensamiento liberal y de respaldo al libre mercado), es injusta la comparación de Krugman entre Argentina y Brasil.

"Hubo al menos 10 países en América Latina que tuvieron mejor desempeño que Brasil en la última década", señaló en su blog Hidalgo.

"Nadie niega que Argentina creció fuertemente en los últimos años, aún con las correcciones pertinentes (de la inflación) , pero el alza tiene que ver con el alto precio de las materias primas, en particular la soya, y una política fiscal expansiva que no es sostenible, por ende la elevada inflación", agregó.

"Para mí, Krugman cae en la equivocación de los economistas que dan una visión de los países sin tener un estudio profundo. Y eso le pasa a los economistas de su talla que no pueden seguir con detenimiento las cosas", afirma Redrado.

Lo que sí logró Krugman fue reavivar el eterno debate de medios versus realidad.

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